
Cómo no hablar de este fenómeno tan maravilloso y misterioso, cómo no recordar los eclipses anteriores, y replantearnos hoy lo que significa para nosotros… cómo no emocionarse ??
Abandono…

Cuando eramos en otras civilizaciones, creíamos que el eclipse significaba el abandono de la Luz, un mal presagio, la previa y el transcurso eran rituales de incalculable valor, no importaba lo que había quedado atrás, no existía nada mas que el vivir ese momento mágico.
Distintas civilizaciones, distintas culturas bajo un mismo cielo, pero con diferentes formas de percibir, de creer y de vivir, mientras algunas miradas especulares se dirigen hacia el espacio, otras se centran en el alma misma del universo. En nuestra historia, en nuestros relatos, conocemos de civilizaciones que ante un eclipse rendían reverencia, mientras otros lo consideraban una señal de cielo, la ausencia de la Luz que presagiaba el abandono de la protección de Dios, una profecía que anunciaría su regreso, mientras unos esperaban lo peor, otros simplemente,rendían culto a la Luz que nacía para vencer la oscuridad, que significaba lo oculto, lo viejo, lo oscuro.

Es un abrir o cerrar de ojos ??
Qué significa para nosotros el eclipse de sol ? tiene que ver con la ciencia, o con la naturaleza ? o acaso tiene que ver con cada uno de nosotros, mas de lo que imaginamos ?
La astrología cree que nos afecta personalmente, y no solo es cuestión de oráculos, sino también de religiones enteras y de todo tipo de disciplinas y cuestiones humanas. Pero qué podemos pensar sobre la influencia de este fenómeno sobre nuestros comportamientos, y qué posibilidades hay de que en realidad seamos tan parte del todo, partículas pertenecientes a la parte integral del universo ??
Podemos entonces mas allá de la ciencia, pensar que es un abrir y cerrar de ojo universal, que nuestras emociones están directa e irremediablemente conectadas con el todo del Universo, pues es así como algunos o todos aunque inconscientemente somos afectados en esta intención de cerrar etapas, que la luz naciente se lleve todo un ciclo y nos ilumine con lo nuevo, una nueva mirada, un replanteo de nuestras existencias. Si bien para algunos suena absurdo, otros podrán instantáneamente identificarse con este abrir y cerrar de ojos, porque ya no somos lo que nos creíamos que eramos, sino lo que queremos Ser, y en momentos como este ninguno de nosotros dejó a lo largo de la historia, de observar, de investigar, y de emocionarse ante tanta majestuosidad, hoy y ahora, en este preciso momento, todos bajo el mismo cielo rendimos nuestra reverencia, no al Sol, ni a la Luna, sino a nuestras conciencias, con nuestros ojos admiramos y con nuestras almas recibimos el mismo sentir, conectados con este evento único, pero que a nadie deja exento, somos parte, somos partículas esparcidas destellando, flotando … testigos de este abrir y cerrar de ojos.

Abramos los ojos del alma y sintamos juntos en un solo sentir, que hoy y siempre seremos parte de un mismo universo, que se renueva de tiempo en tiempo.