
Si alguna vez se detuvieron a mirar a su al rededor, quizás pudieron percibirse tan pequeños con un insecto, o tan insignificantes ante la belleza y majestuosidad de la inmensidad, sin darnos cuenta de que no es tan así. En ese instante de duda e inseguridad si cierran los ojos podrán ver mucho mas que el al rededor, podrán sentir como esa inmensidad se achica, como si nosotros nos agigantáramos en un recorrido fugaz hacia el todo de la inmensidad que nos envuelve. Lo que sucede cuando uno cierra los ojos es el poder ver sin distracciones, sin engaño de los sentidos… es percibir, lo que con los limites de los sentidos no es posible, pues nos es desconocido.

La mayor confusión del ser humano es la del Ser, porque no sabe lo que es, su soledad ante tanta distracción, en medio del todo que no es, porque su todo es mucho más, porque el todo que se cree no es todo lo que se ve y se conoce, sino lo que no se ve, ni se conoce, esa es la inmensidad temida.
La confusión del Ser humano, es la causa de la búsqueda contante y eterna de la verdad que nos haga libres, y libres de qué… tal vez de los peligros de la ignorancia, de las envidias, las maldades, los enfrentamientos… libres de nosotros mismos, pues nada existe sin nosotros, no son los otros sin nosotros, y esa es una gran confusión, porque la historia y la vida se basó siempre en esa diferenciación y separación de nosotros y los otros, nosotros y el todo. Si cerramos los ojos vemos en menos de fracciones de segundos las respuestas que buscamos durante toda nuestras vidas, la verdad…
La inmensidad no existe fuera de nosotros, nosotros no solo estamos en ella sino que ella en nosotros, quien a cerrado los ojos realmente alguna vez ha hecho el viaje mas largo de su vida en cuestión de segundos… y sin mover un pie, pues el viaje no es del cuerpo sino del alma, el movimiento del cuerpo solo es un traslado… los sentidos no viajan, se trasladan de un lugar a otro, sin mas sentido que ese, un redundante movimiento, mientras el alma viaja a la velocidad aun mas rápida que la luz y el sonido, pues es parte de la inmensidad, no se traslada hasta ella sino que se expande en ella, vibra en una sola vibración, no le hace falta ver, trasladarse, ni nada…porque Es Una en la inmensidad , y en ese instante no hay confusión, pues no hay sentido de razón sino de Ser. La confusión del Ser humanos es la separación del Ser de su inmensidad, la negación de Dios, corporizándose se confunde con el todo que lo rodea, mas en el plano de su naturalidad esencial se pierde con el todo, se expande, pues es parte de él, y la inmensidad aparente no es mas que eso… nuestro lugar en estado natural del Ser.
Interesante reflexión. Lo desconocido es el 99.9…% de lo que nos rodea.
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